Aunque las primeras referencias del esperanto en Andalucía se remontan a fines del S. XIX, para el caso de Sevilla, podría referenciarse el año de 1910 como el comienzo de la lengua internacional en nuestra ciudad.
Parte este hecho, de las clases que en la calle Sierpes se impartían, según relatara Rafael Fiol Paredes, en aquellos años un joven de 19 años, quien procedente de Tánger, y tras haber estudiado Bachillerato en Zaragoza, se encontraba estudiando medicina en la capital hispalense.
Rafael Fiol, sería décadas después, presidente de la Asociación así como el Delegado de la Asociación Universal en Sevilla durante más tiempo.
Médico de Sanidad Militar, su vida está jalonada por los hechos históricos que le tocó vivir, algunos, vividos en primera persona. Así, por sólo mencionar algunos, la Guerra en Africa en 1921 o la Guerra Civil, siendo en 1936 Director del Hospital de la Cruz Roja (Hospital Cívico-Militar) en Badajoz donde consiguió salvaguardar la vida de todos los que allí vivieron los peligrosas primeras semanas de la guerra así como el trágico asalto a Badajoz (de lo cual se escribió un libro).
Rafael Fiol, a su muerte a comienzos de los años 90, sería el General de más antigüedad en España (ya próximo a cumplir entonces los 100 años de edad).
Es en 1911 cuando se funda la Asociación Sevillana de Esperanto.
En sus primeras dos décadas sus presidentes más conocidos serían el eminente arquitecto Trinidad Soriano así como el sacerdote Jerónimo de Córdoba (eminente latinista que tiene dedicada la plaza de tal nombre en nuestra ciudad)..
Citar también como miembro destacado de la asociación a Carlos Martínez, a quien por cierto, cuando representaba a nuestra ciudad en París (junto a Trinidad Soriano), le cogió el estallido de la 1ª Guerra Mundial, durante la celebración del Congreso Universal.
Los años 20 destacan por la celebración en 1928 del VIII Congreso Español de Esperanto, celebrado en el Salón de Actos de la Plaza de España, que con 400 representantes fue presidido por el infante D. Carlos de Borbón, acompañado del Alcalde de nuestra ciudad.
En los años 30, citaremos como representante del la Asociación Universal de Esperanto a D. Blas Infante, doblemente estimado por su reconocimiento como Padre de la Patria Andaluza.
Nuestra «incivil guerra» haría perder físicamente a miembros así como las actividades del movimiento esperantista en nuestra ciudad, que se renueva avanzado los años cuarenta.
Pero la autentica renovación viene con los años setenta, si bien es cierto que al comenzar la década una importante cantidad de libros se donan a la Federación Española, base de su actual biblioteca gracias a la cual el Doctor Fiol fue nombrado Miembro de Honor.
Destacar, para la difusión y enseñanza del esperanto a Felipe González del Pino, quien por ejemplo, impartirá cursos de la lengua internacional en 1975 en algún colegio de nuestra ciudad (como es el caso del José Mª Izquierdo).
Y como no, nuestro muy recordado Antolín (aunque su verdadero nombre era Tomás Caspe). Gracias a él, el esperanto se difundirá desde 1976 y hasta comienzos de los 90 en la Academia Sevillana de Esperanto en la Calle Sol.
Desde 1980 el movimiento tomará un gran impulso, uniéndose a la Asociación la creación en 1982 de la Sevilja Esperanta Junulara Organizo, la Asociación Juvenil, que llegará a ser muy activa, llegando a publicar «ĉiesrevuino», una revista innovadora en el movimiento nacional y en parte internacional.
Para terminar, destacar los siguiente eventos:
- 1984: 44 Congreso Nacional de Esperanto (se celebró en el Instituto Velázquez).
- 1985: Congreso Andaluz de Esperanto (celebrado en el Hogar San Fernando).
Tras comenzar el S. XXI, un nuevo balón de oxígeno supone la reorganización de la Asociación Sevilla con antiguos y nuevos miembros, entre lo que destacamos:
- 2004: Celebración del X Congreso Andaluz de Esperanto (Centro Cívico Casa de las Sirenas).
- 2011: XVI Congreso Andaluz y Congreso del I Centenario del Esperanto en Sevilla.
En los últimos años, el esperanto se ha difundido en nuestra ciudad en la Universidad (Facultad de Filología) y se difunde en el Ayuntamiento (Casa de las Sirenas), donde se dan cursos a varios niveles, así como en la Biblioteca Estatal Infanta Elena.
Hablar del esperanto en nuestra ciudad no es sólo hablar de enseñanza o congresos, se extiende a otras actividades, entre las que se incluyen los lazos de amistad que se han ido forjando con aquellos «samideanos» que procedentes de todos los continentes han sido agasajados en nuestra ciudad. No es de extrañar por ello que el siglo largo de historia de este particular esperanto hispalense pueda dar para escribir un libro que, pasados algunos meses veremos publicado.